Publicado en Restaurant de la Mente
En el día de hoy, Stephen King declaró en Washington DC como testigo del juicio iniciado contra Penguin Random House para detener la compra de Simon & Schuster por parte de ésta, en la cual se alega que atenta contra la competencia y se convertiría en un monopolio.
«Soy Stephen King. Soy autor». Así respondió Stephen King la pregunta de su ocupación, causando risas en los presentes.
Stephen King expresó estar en contra de la unión entre Simon & Schuster y Penguin. Habló sobre su carrera y contó, por ejemplo, que una vez el representante de Doubleday salió de una reunión luego de que el agente de Stephen King (Kirby McCauley) propusiera un adelanto de tres millones de dólares por dos novelas.
También contó cuando fue forzado a concretar un trato con una editorial chica cuando escribió The Gunslinger, en 1982. La novela no calzaba en la imagen de «escritor de terror», agregó King.
El juez, Florence Pan, le preguntó cómo le había ido a The Gunslinger, a lo que el autor respondió que inicialmente solo había vendido 1500 copias en tapas duras pero eventualmente los fans clamaron por la novela. «Mi reacción fue ‘no seas tan codicioso. No podés obtener todo’», contó King.
El testimonio se tornó más serio a medida que se acercaba el momento de dar su opinión sobre la unión. El caso contra Penguin alega que, al haber menos opciones de editoriales, habrá menos alternativas y esto resultará en menos adelantos para los/as autores/as.
«Vine porque creo que la consolidación (de esta unión) es mala para la competencia. Es lo que entiendo de la industria del libro, y llevo en ella 50 años». Agregó que es difícil para las editoriales pequeñas competir con las Cinco Grandes, entre las cuales están tanto Penguin como Simon & Schuster.
«Si decís ‘¿puede aparecer una nueva editorial en el mercado?’ Aparecen todo el tiempo y no tienen mucho éxito porque no tienen la tracción que tienen las Cinco Grandes», agregó.
Respecto a la promesa de Penguin Random House acerca de que permitirá a todos sus sellos a hacer ofertas para adquirir los derechos, de modo que autorizaría a Simon & Schuster a ofertar contra otros sellos de Penguin, los demandantes alegan que es imposible obligar a PRH a sostener esa promesa.
«Bien podrías decir que vas a dejar que un esposo y una esposa oferten uno contra el otro por la misma propiedad. La idea es un poco ridícula si la pensás».
La defensa decidió no preguntarle a Stephen King, sino que simplemente lo felicitó por su «enorme éxito» y que le gustaría un día sentarse a tomar un café con él. «Pero en lo que respecta a hoy, no tengo ninguna pregunta para usted», dijo.
«¿Terminé?», preguntó King, mirando al juez.
«Sí», le respondió. «Fue un honor escuchar su testimonio».
El juicio continuará con otros alegatos y se espera que dure otras dos semanas más. A la salida, algunos fans tuvieron la oportunidad de que el autor les firmase algunos libros.