«Me gustaría que no viviéramos en una de mis historias»

-¿Qué piensas sobre el hecho de que todos podemos estar viviendo en algo más aterrador de lo que podrías haber imaginado en cualquier novela?

-En realidad lo imaginé. Durante las últimas dos o tres semanas, la gente me ha dicho «vivimos en un mundo de Stephen King» y todo lo que puedo responder es que desearía que no fuera así. Lleva mucho tiempo dando vueltas, escribí The Stand, que trata sobre una pandemia que está matando a una gran parte de la población. Gracias a Dios, este no es tan malo, pero lo escribí en 1979 y desde entonces he estado esperando que suceda. El hecho de que nadie parezca preparado siempre me desconcierta.

-Desconcierta. Hemos visto muchos fracasos de los líderes políticos, pero hablemos de lo que está sucediendo en su estado. El gobernador de Florida se quejó ante Trump de que los neoyorquinos huían a Florida, mientras el presidente se reía de la idea de la cuarentena. ¿Cuál es tu reacción a este tipo de liderazgo?

-Ya sabes, es casi imposible de entender. Recuerdo en la década de 1970 cuando los republicanos se rieron de Jimmy Carter porque era indeciso e insípido. El presidente que tenemos ahora, y lo mismo para el gobernador Ron DeSantis aquí en Florida, se supone que ellos son los que se hacen responsables, los que se hacen cargo, los que quieren hacerse cargo cuando algo sale realmente mal. Primero, Trump dijo que «no es serio, no se preocupen, todo estará bien» y cuando el mercado de valores comenzó a colapsar, la realidad de lo que estaba ocurriendo lo golpeó. Subestimó la gravedad, dice que todo va a estar bien y que en Pascua tendremos las iglesias llenas, y dos días después habla de cuarentena. El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo no lo sabía, nadie parecía saberlo, simplemente les cayó en la cabeza.

-Todos los días hay una idea nueva. Los periodistas del Miami Herald y del Tampa Bay Times trataron de asistir a la conferencia de prensa del gobernador ayer y fueron prohibidos. Es muy inquietante. ¿Qué crees que piensa el gobernador, qué hace?

-No estoy seguro… llegó tarde. Toda esta situación es como si la puerta del establo estuviera cerrada cuando el caballo fue robado hace diez días. En lugar de poner en cuarentena a Florida, el mensaje es «quédense en casa si realmente quieren, pero está bien si tienen que salir, no hay problema», porque debe mantener la economía en marcha. Veo gente en las calles todo el tiempo aquí, caminan juntas, hablan juntas. Debo decir que hubo un muy mal ejemplo. Lo que queda en mi mente es todas estas personas que se reunieron en el despacho oval cuando el presidente Trump firmó el rescate, por llamarlo así. Están todos juntos y a mí lo único que se me ocurre es: «Imagina que todos tienen un cigarrillo», estaríamos hablando de la misma probabilidad de daño. Es un muy mal ejemplo. Pero hay un subtexto para todo esto, cuando la gente en el poder dice «No se preocupen demasiado», y si continúan con esa actitud, la gente lo creerá.