Agencia AFP
Publicado en El Comercio, 14/01/2019
Su periódico local quería suprimir la crítica literaria para reducir gastos, pero el escritor Stephen King logró, con unos pocos tweets, salvar la sección amenazada, un final feliz en la lucha por la supervivencia que sostienen muchos medios estadounidenses golpeados por la crisis.
La historia comenzó el pasado 11 de enero del 2019 cuando Stephen King, maestro de la literatura de terror y fantástica, anunció que The Portland Press Herald, uno de los principales diarios de Maine, donde él vive, iba a eliminar su sección dominical dedicadas a los libros escrita por autores de este pequeño estado fronterizo de Canadá.
«Dígale al diario que NO LO HAGA», twitteó el exitoso novelista de 71 años, quien se hizo famoso con novelas como Carrie o El resplandor, llevadas incluso al cine. Muchos escritores locales «dependen de estas críticas para sobrevivir», agregó.
Más de 8 000 de sus fans hicieron caso a su mensaje. La gerencia del periódico, que emplea a unos 70 periodistas, reaccionó desafiándolo a ayudarla a encontrar nuevos suscriptores para compensar los «miles de dólares» que le cuesta la sección, escrita en su mayoría por profesionales que trabajan por servicios.
«Si puede convencer a más de 100 de tus seguidores de que se suscriban a la edición digital, reincorporaremos inmediatamente las reseñas de libros», twitteó el periódico, que tiene menos de 10000 suscriptores digitales. Este 14 de enero del 2019, el objetivo de 100 suscripciones -a un costo de 15 dólares por 12 semanas- se logró ampliamente: «Gracias a todos los que se suscribieron al Press Herald», escribió Stephen King. «Salvaron el día. Hay países donde las artes son consideradas vitales. Lástima que éste no sea uno de ellos», señaló.
Cliff Schechtman, el editor del periódico, dijo que el periódico había recolectado «casi 250 nuevos suscriptores» gracias a esta iniciativa. «Cuando alguien como Stephen King se involucra, con más de 5 millones de seguidores en Twitter, sabíamos que tendría un impacto, y nos preguntamos cómo podría usar su influencia para apoyar el periodismo local», dijo a la AFP por teléfono. «Las presiones financieras no se reducen hasta ahora, el sector experimenta cambios considerables, pero en este caso es un final feliz», dijo.
Si bien todos los medios han perdido ingresos con el crecimiento de las redes sociales y la disponibilidad de mucha información gratuita en Internet, los periódicos locales, con recursos limitados, se ven particularmente afectados y, a menudo, luchan por sobrevivir.