En una entrevista realizada a Stephen King para la revista Beachcomber, se le preguntó al autor si su perra Molly funciona como una musa.
«Ella es una musa». Pero ella es una patada en el culo cuando estoy escribiendo. ¡Ella quiere salir a jugar a la pelota!», respondió el autor.
Sin embargo, Molly inspiró al menos una historia de Stephen King (aún no publicada) sobre un perro que tiene temor a los caimanes.